sábado, 27 de octubre de 2012

Ejercicios espirituales




 José M. Muzaurieta

 Ámese así mismo sobre todas las cosas.
 Nunca diga lo que sienta ni sienta lo que diga
 La osadía: esa debe ser su característica principal. Ninguna idea es buena si no es suya. Cualquier procedimiento es bueno para triunfar.
 Diga que usted es hombre honrado y verá que algo se le pega.
 No combata las llamadas tiranías: póngase al lado de los tiranos y explote a los demás. Nunca nade contra la corriente.
 Viva la vida de 24 en 24 horas y piense que usted tiene que morirse un día de éstos.
 Huya de aceptar nada como definitivo. Usted debe ser siempre una esperanza.
 Mire por encima del hombro, dése importancia.
 Las leyes no se han hecho para que usted las cumpla, sino para que se burle de ellas.
 No se acueste sin haber hecho algo en beneficio propio.
 La constancia encadena la suerte. Siempre vence el que sabe vivir.
 Procure engordar, los gruesos siempre tienen cara de buenas personas.
 Vaya a la iglesia y dése golpes en el pecho, a usted le conviene aparece como muy religioso.
 Use traje negro, así nadie sabrá que usted lleva siempre el mismo flus.
 No crea lo que digan los periódicos, pues ellos dirán lo que usted quiera que digan.
 Dése aspecto de seriedad y gaste gafas o espejuelos ahumados.
 De limosnas pero hágalo en los sitios públicos para que adquiera fama de caritativo.
 Coja fiado y no pague. Diga luego que el tendero es un ladrón y todos le creerán.
 Vaya a los entierros y dé pésames: esa es una magnífica oportunidad para obtener relaciones.
 Cierta oposición a los gobiernos es conveniente. Vale más que le teman a su incertidumbre y no que lo miren como un incondicional.
 Cuando haya que defender la patria, diga que usted es socialista y que todos son sus hermanos.
 Piense que el Poder está a la misma distancia de usted que usted de él.
 Aspire siempre, cuando menos piense, la engancha.
 No se meta en revoluciones, pero súmese a ellas si triunfan.
 Siga este proverbio árabe: cuando un perro tenga dinero, dígale, señor perro.
 Procure que lo vean con libros en la mano para que se figuren que usted lee mucho.
 Mire siempre adelante: el pasado no es suyo.
 Vaya donde encuentre la mayoría.
 Usted puede conocer prontamente a sus semejantes si los juzga por usted.
 Vaya donde encuentre la mayoría.
 No tenga amigos y proclame que el robo al Estado, a la Provincia o al Municipio no es robo.
 Usted no está obligado a cumplir los pactos y compromisos que no le favorezcan (pero si cumplir al pie de la letra los que le favorezcan).
 La república se fundó para agradar a usted y a los suyos, y cada ciudadano vino al mundo para servir sus deseos.
 Legal es todo aquello que le reporte a usted algún beneficio.
 Estos ejercicios no excluyen otros que dimanen del natural impudor que le sea a usted característico.

 Tomado de Manual del perfecto sinverguenza, La Habana, Imprenta El siglo XX, 1922. 


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