Los que han vivido por algún tiempo en la Isla de Cuba saben que hay unas clases de negros que se ahorcan o se suicidan tragándose la lengua, para no estar bajo el dominio de esclavitud. En todos los que de esta clase reconocí, que no fueron pocos, durante mi permanencia en aquella Isla, desde 1829 a 1832, les hallé siempre un gran desarrollo de la Superioritividad, y casi nula la Inferioritividad, organización cerebral contraria a la común de los negros.
Napoleón preguntó una vez a un general ruso a quien había tomado prisionero, que: ¿Porqué había obedecido una orden que le había puesto en peligro tan eminente de perder la vida? «Yo nunca examino, yo sigo ciegamente los mandatos de mi Emperador», respondió el valiente y obediente general.
Mariano Cubi, La frenologia y sus glorias, p. 732.
Napoleón preguntó una vez a un general ruso a quien había tomado prisionero, que: ¿Porqué había obedecido una orden que le había puesto en peligro tan eminente de perder la vida? «Yo nunca examino, yo sigo ciegamente los mandatos de mi Emperador», respondió el valiente y obediente general.
Mariano Cubi, La frenologia y sus glorias, p. 732.
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