martes, 5 de marzo de 2013

El Escritor y la Muerte



  

   
  René Ariza


 Me había hecho muy amigo de la muerte. Un día, muy temprano, me llamó por teléfono: quería, ansiosamente, leerme no sé que cuento que había escrito. Yo contesté de mal humor, casi no había dormido, no estaba para cosas de la literatura. 
  "Es muy corto".-insistió.
  "Quiero dormir" -le dije, y le colgué.
 Me tenía fastidiado, hacía algún tiempo que no tenía otro tema, ningún otro motivó tenía ya su amistad que atormentarme con su delirio de escritor. Volví a la cama, y cuando me fui a acostar noté que ya lo estaba, y que dormía gruñendo, en el delirio de los sueños febriles. "Soy mi sueño" -pensé, y corrí al teléfono a llamar a la muerte para contarle tan hermoso tema. Me contestó de mal humor, casi no había dormido, no estaba para cosas de la vida.
 "Es muy breve" -insistí.
 "Quiero dormir" -me dijo, y me colgó.





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