martes, 5 de agosto de 2014

El Espejo el daguerrotipo y la ola






José V. Betancourt


Ruidosa gresca armaban
En el baño de Lesbia cierto día,
Un Espejo y un buen Daguerrotipo:
Este de Lesbia soberano tipo.
El Espejo envidioso
De que el Daguerrotipo conservara,
Fija la imagen de la linda Lesbia
Y retenerla nunca él alcanzaba,
Poco menos estaba que rabioso
Y al Progreso acusaba
De tal innovación; al fin y al cabo
El taimado decía:—
"Esa nueva invención que causa espanto
Ataca el dogma santo
De patria, religión y monarquía."
El humilde Daguerre respondía
Con modo muy discreto:
"En mí por ley de Dios todo se imprime,
Cual tras la sensación de algún objeto
Su idea se graba en el cerebro humano.
¡Fenómeno sublime
Que reservaba Dios como un arcano
De su inmenso poder!, ¿porqué te irritas,
Hipócrita Espejillo,
Y contra mí la religión concitas?
¿Porqué llevas tu encono
A incitar en mi daño patria y trono?
El progreso es de Dios, porque es un modo
De revelarse Dios, y Dios es todo.—
Una diáfana ola
Que atravesaba el baño murmurante
Y escuchara al pasar la batahola,
Dijo al Espejo con enfado:—¡quita!
¡Quita allá, mal Espejo vocinglero!
Para mi gusto tú eres fatimita
Pues ladras al progreso verdadero.
Yo fui, yo, la primera
Que del Edén por la florida alfombra
Al resbalar parlera,
Reflejé del Criador la viva lumbre;
Luego del ancho cielo
El tinte puro de zafir, y de Eva
La sin par hermosura
Con tal exactitud, que al ver su imagen
En mi terso cristal se halló tan bella,
Que radiante de orgullo y alegría
Miró a Adán con gentil coquetería.
Otros tiempos vinieron de cultura
Y el hombre te inventó: fuiste en progreso
Y yo te saludé con entusiasmo,
Espejo adorador de la hermosura,
A quien el orbe contempló con pasmo.
La luz que para ti se muestra esquiva
Y arrebata la imagen fugitiva
A tu claro cristal, ahora lograba
En superficie de metal brillante.
¡Oh! sin cesar la humanidad camina
Con ímpetu pujante
Para cumplir de Dios la santa ley:
De Dios, gran arquetipo
Que a Daguerre inspirara
El hermoso, inmortal Daguerrotipo.
Invención nueva y rara
Para la humana grey,
Que guardará su imagen peregrina
Con toda la beldad de la natura
Sin material pintura,
Ni más pinceles que la luz divina.
Cállate, pues, aleve:
El progreso es de Dios, porque es un modo
De revelarse Dios, y Dios es todo.—"
Así, lectora mía,
Castigada quedó la hipocresía
Del espejo menguado,
Y el progreso feliz glorificado.


 Habana, mayo de 1860.


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